La planificación familiar no siempre ha sido legal y accesible
Las personas han buscado controlar la fertilidad desde la antigüedad.
Hay textos históricos que contienen descripciones de los primeros métodos anticonceptivos, que demostraron ser ineficaces o perjudiciales para la salud.
Por ejemplo, en la antigua China a las mujeres se les aconsejaba comer 16 renacuajos fritos en mercurio después del coito para evitar el embarazo.
El siglo XIX marcó el primer uso del preservativo y la invención de las esponjas y duchas vaginales anticonceptivas, pero no todos podían permitirse estos métodos.
Las sustancias que eran usadas como última opción eran peligrosas debido al uso frecuente. Los expertos recomendaban inyectar mezclas de sal, vinagre, sulfuro o cloruro de zinc en la vagina, varias veces al día.
A pesar del interés de las personas en el tema, los métodos anticonceptivos seguros y asequibles solo fueron introducidos en el siglo XX.
Antes de 1900, las leyes, la iglesia y la ética impedían a los médicos dar cualquier consejo con respecto a métodos de planificación familiar u ofrecer anticonceptivos a los pacientes.