Si estás intentando concebir y tu menstruación se ausenta el primer día que la esperas, puede que te sientas tentada a hacerte la prueba de embarazo inmediatamente. Obtener un falso negativo en la prueba de embarazo a los 15 días tras la ovulación puede ser una gran desilusión. Es más: si aún no tienes la menstruación tras un resultado negativo en la prueba de embarazo, puede que estés confundida y frustrada. Después de todo, quedarse embarazada puede resultar difícil.
No obstante, un resultado negativo en la prueba de embarazo a los 15 días tras la ovulación no siempre quiere decir que no tengas un bebé en camino. Puede significar que tus niveles de hCG eran demasiado bajos cuando te hiciste la prueba por primera vez.
Si tu menstruación no te llega durante los siguientes días, hazte otra prueba. Si estás embarazada, es muy probable que tu nivel de hCG haya aumentado lo suficiente como para que lo detecte.
También es posible que se haya retrasado tu ovulación, lo que puede causar una menstruación retrasada. Los estudios muestran además que hasta el 10 % de los óvulos fertilizados no se han implantado en el revestimiento uterino antes del primer día de una menstruación ausente.
Si pasan los días sin que te llegue el periodo y las pruebas de embarazo siguen saliendo negativas, acude a tu médico. En casos muy aislados, una mujer embarazada puede tener un resultado negativo en una prueba de embarazo casera y necesitar hacer una prueba sanguínea.
Sin embargo, es más probable que el retraso de tu menstruación se deba a estrés u otros factores. En cualquier caso, tu médico te podrá confirmar si estás embarazada y responder a todas tus preguntas.
También es posible obtener un resultado positivo a los 15 días tras la ovulación, y que te llegue la menstruación a los pocos días siguientes. Si te ocurre esto, habla con tu médico. Tener sangrado tras un positivo en una prueba de embarazo puede significar que estás teniendo un aborto espontáneo.