La menopausia marca la fase final del ciclo de vida reproductivo de la mujer y se define como el momento en que se produce el último periodo menstrual natural. Normalmente no ocurre de repente, y por eso se suele esperar a tener un año sin menstruación para asegurarse de que ha llegado. El proceso comienza con una disminución gradual de la producción de hormonas sexuales, llamada perimenopausia, que lleva al cese de las funciones reproductivas y menstruales. En esta fase son frecuentes las irregularidades menstruales.
Por lo general, la menopausia tiene lugar entre los 45–55 años de edad, y la transición a la menopausia comienza entre 3–7 años antes de esto.
La menopausia comienza cuando los ovarios dejan de producir o producen muy poco estrógeno, lo que resulta en el final del ciclo menstrual, aunque la menopausia queda solamente registrada de forma oficial un año después del último periodo menstrual.
Cuando el estrógeno disminuye, pueden aparecer otros síntomas comunes, como:
- estado de ánimo variable,
- fatiga e insomnio,
- sudor y sofocos,
- depresión,
- palpitaciones del corazón,
- dolor o molestias musculares y articulares,
- sequedad vaginal.
La disminución de las hormonas sexuales durante la perimenopausia no conlleva necesariamente a un menor deseo sexual. El placer derivado del sexo no depende exclusivamente de las hormonas, sino también de la confianza y la paz interior de una misma. Además, se ha observado que cuando comienza la menopausia, muchas personas ya han alcanzado sus objetivos profesionales, por lo que están expuestas a menos estrés, lo que es beneficioso para la vida sexual. Asimismo, no es necesario usar anticonceptivos, lo que también puede tener un efecto positivo en la vida sexual de algunas personas.
Sin embargo, para algunas mujeres, esta disminución de las hormonas sexuales puede ocasionar sequedad vaginal, lo que puede llevar a que el tejido vaginal se vuelva menos elástico y delgado, pudiendo causar dolor durante el sexo. A menudo, la sequedad vaginal va acompañada de una disminución de la libido por miedo al dolor durante las relaciones sexuales.
Estos son algunos consejos para disfrutar de la vida sexual después de la menopausia.
1. Lubricantes e hidratantes
Una de las mejores maneras de disminuir la sequedad durante el sexo es aumentar la humedad con un lubricante personal que se pueda aplicar en los genitales.
2. Terapia hormonal sustitutiva
La terapia hormonal posmenopáusica (THPM) puede ayudar a combatir la deficiencia de estrógeno después de la menopausia. Los medicamentos que intervienen en la THPM contienen análogos de las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona, y pueden administrarse por vía oral o a través de la piel y la vagina.
Es importante recordar que la menopausia es solo otra fase más de la vida, y la buena noticia es que muchos de sus síntomas pueden ser controlados.
Estos son algunos aspectos adicionales que hay que tener en cuenta:
- Es posible contraer una enfermedad de transmisión sexual a cualquier edad, por lo que conviene que las personas con múltiples parejas utilicen preservativos incluso después de su 50º cumpleaños.
- Durante el primer año después del último periodo, es importante el uso de anticonceptivos para evitar embarazos no planificados, ya que durante este tiempo puede producirse una ovulación espontánea.
Contenido creado en asociación con el EBCOG, el Consejo Europeo y Colegio de Obstetricia y Ginecología.