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    Secreción blanca durante el sexo: ¿qué es? ¿Y por qué ocurre?

    Publicado el 21 de diciembre de 2022
    Datos verificados
    Revisado por profesional médico Dra. Anna Targonskaya, Ginecobstetra
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    Si te preguntas: ¿está bien tener relaciones sexuales con secreción blanca?, te contamos que el líquido blanco espeso en la mujer al tener relaciones sexuales es más frecuente de lo que puedas creer. A continuación, te contamos todo lo que debes saber.

    ¿Alguna vez has notado que tu cuerpo produce un flujo blanco después de tener relaciones con otra persona o cuando te das placer en solitario? En tal caso, no solo te ocurre a ti: una de las búsquedas más frecuentes en Google es «flujo blanco durante el sexo». Pero ¿qué es y por qué sucede?

    Seguramente has oído hablar del concepto de «estar mojada» durante el sexo en educación sexual, pornografía o charlas con personas de tu entorno. Sin embargo, el líquido blanco que expulsan las mujeres durante el sexo es la misma sustancia similar al moco que puedes encontrar en tu ropa interior en tu día a día. Puede ser más espeso y translúcido, más fino y húmedo o algo intermedio.

    Sea cual sea el aspecto del flujo blanco, es una parte absolutamente normal de las relaciones sexuales. De hecho, es la respuesta natural que tiene tu cuerpo al sentir excitación para aumentar la lubricación. 

    Solo debes recordar que, cuando se trata de salud íntima, no hay nada que sea igual para todo el mundo. Por eso, es posible que tu flujo blanco sea distinto del de cualquier persona de tu entorno. La consistencia y el color también pueden depender de muchos otros factores, de los que hablaremos más adelante.

    Si sabes qué aspecto tiene el flujo normal, podrás detectar mejor si tienes infección o si debes hablar con tu médico/a. Esto es todo lo que necesitas saber.

    Secreción blanca durante el sexo: ¿qué aspecto tiene el flujo vaginal normal?

    Como hemos mencionado antes, el aspecto, la textura y el color de un flujo vaginal normal pueden variar un poco de una persona a otra. Antes de hablar de su apariencia, hablemos de para qué sirve.

    La vagina (o la parte interior de tus genitales) en realidad se limpia sola gracias al flujo. Las glándulas de la vagina y del cuello del útero liberan una secreción para eliminar bacterias o células más antiguas que puedan provocar una infección. Debes considerar el flujo como el gel de ducha de tu cuerpo, por lo que solo tienes que lavarlo con agua. 

    Es normal empezar a producir flujo durante los meses anteriores a tu primer periodo. Por otro lado, la producción de flujo se ralentiza cuando te encuentras en la fase de transición a la menopausia.

    No existe un flujo «normal» como tal, ya que cada persona es diferente. Sin embargo, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) señala que un flujo vaginal normal en lo que a salud se refiere debe ser blanco o transparente y no debe tener un olor fuerte ni desagradable. 

    Del mismo modo, si tu flujo es espeso o pegajoso, no debes preocuparte. El flujo también puede ser más resbaladizo y elástico, algo parecido a las claras de huevo. Esto significa que la ovulación, es decir, el momento en el que un ovario libera un óvulo, está a punto de comenzar. 

    No entres en pánico si tu flujo deja una mancha blanca o amarillenta en tu ropa interior o en las sábanas. Es algo completamente normal y somos muchas personas las que lo experimentamos (aunque no hablemos de ello).

    Secreción blanca durante el sexo: ¿por qué sucede?

    Debes estar preguntándote qué relación existe entre el flujo vaginal que produces en tu día a día y la lubricación natural que tu cuerpo produce cuando sientes excitación. 

    Dicho en pocas palabras, el objetivo principal de cualquier tipo de flujo es hidratar la vagina. No obstante, incluso cerca de la ovulación, que es cuando seguramente notarás más flujo del normal en tu ropa interior, la lubricación puede no ser suficiente para que el sexo sea placentero. Por ello, se requiere más humedad.

    Ese es el motivo por el que, cuando sientes excitación sexual, ocurren varias cosas para crear más lubricación. La excitación hace que fluya más sangre hacia la vulva, lo cual provoca que los vasos sanguíneos se hinchen y permitan el paso de secreciones a través de sus paredes. Las glándulas de Bartolino (que se encuentran en la vulva, justo en el exterior de la apertura de la vagina) y las glándulas de Skene (alrededor de la uretra) producen secreción adicional para ayudar a reducir la fricción e irritación del sexo con penetración. Esta secreción suele ser blanca. Por cierto, si te interesa el tema, tenemos un artículo sobre el orgasmo femenino.

    No hay una cantidad concreta de flujo que «debas» producir cuando sientes excitación. Tampoco hay una cantidad que pueda considerarse excesiva. Sin embargo, si no produces suficiente lubricación natural durante el sexo para que este sea placentero, es posible que se deba a la influencia de tus niveles hormonales, medicación que estés tomando (como anticonceptivos hormonales) o el tipo de actividades sexuales que practiques. 

    Y, hablando de los niveles hormonales, el momento del ciclo menstrual en el que te encuentres también puede influir. Los niveles de estrógeno están más bajos al inicio del ciclo menstrual, por lo que puedes notar que segregas menos flujo blanco durante el sexo. 

    Secreción blanca durante el sexo: ¿de qué forma se relaciona tu flujo vaginal con tu ciclo menstrual?

    Tu periodo, el flujo que segregas a lo largo del mes y el flujo blanco que produces durante el sexo pueden parecer sucesos independientes, pero en realidad están relacionados de forma intrínseca. 

    La pubertad provoca cambios hormonales en tu cuerpo, incluida la producción de flujo cuando se acerca tu primer periodo. 

    Durante el periodo, tu cuerpo hace que se desprenda el revestimiento uterino, que sale en forma de sangre, pero también hay un poco de flujo mezclado. Aproximadamente una semana después del periodo (unos días antes de la ovulación), el flujo es elástico, transparente y con una consistencia parecida a las claras de huevo. En esto intervienen los altos niveles de estrógeno, ya que tus ovarios se preparan para liberar un óvulo. Flo te ofrece herramientas para calcular cuándo ovulas y los días fértiles de una mujer.

    En la mitad del ciclo, durante la ovulación, el flujo puede parecer resbaladizo o más fino. Más adelante, durante la segunda parte del ciclo menstrual, tras la ovulación, puedes notar un flujo cremoso y blanco. En ese momento, el flujo vaginal normal suele ser blanco, cremoso, lechoso u opaco, y en ocasiones es espeso. 

    Siempre que tu flujo no tenga un olor fuerte y desagradable ni vaya acompañado de síntomas como picor, ardor, micción dolorosa o dolor durante las relaciones sexuales, lo más seguro es que sea normal.

    Secreción blanca durante el sexo: causas de un flujo vaginal más abundante

    Puede ser complicado identificar pequeños cambios en el flujo vaginal. Sin embargo, si notas que el color y la consistencia de tu flujo cambian, no te asustes. 

    Suelen influir factores como el momento del ciclo en el que te encuentres o que sientas excitación, y normalmente no hay de qué preocuparse.

    Por ejemplo, si se producen cambios en tu flujo antes de mantener relaciones sexuales o durante estas, simplemente puede tratarse de la respuesta natural de tu cuerpo a sentir excitación. Como fluye más sangre hacia tus genitales, el flujo sale a la superficie para ayudar con la lubricación. Puedes notar humedad tras las relaciones sexuales. 

    Del mismo modo, en los días previos a la ovulación, tu cuerpo libera más estrógeno, lo que también hace que el flujo vaginal cambie durante la ovulación. Hacer un seguimiento de tu ciclo menstrual con aplicaciones como Flo puede ser útil para comprender qué está pasando. 

    Tus niveles de estrógeno también están elevados al comienzo del embarazo, lo que significa que puedes producir más flujo de lo normal. De esta forma, tu cuerpo protege el óvulo fecundado de infecciones. Durante el embarazo, lo normal es que el flujo tenga la misma apariencia que de costumbre. 

    Secreción blanca durante el sexo: ¿es mi flujo normal?

    Hay una serie de señales o cambios que deberías conocer por si se dieran en tu flujo vaginal o en tu bienestar general, ya que podrían ser indicativos de una infección: 

    • Cambio en el color
    • Cambio en el olor
    • Otros síntomas como dolor, quemazón o picor alrededor o dentro de la vagina

    Cambio en el color 

    Mientras que la consistencia del flujo blanco que produces durante las relaciones sexuales puede cambiar a lo largo de tu ciclo menstrual, durante el embarazo o al sentir excitación, el color siempre debe ser transparente o blanco lechoso. 

    Si durante el periodo tu flujo tiene un tono rojizo, presenta sangre o es marrón, es absolutamente normal. Sin embargo, si entre periodos notas mucho manchado intermenstrual o sangrado, podría indicar la presencia de otras enfermedades.

    Los fibromas uterinos, tumores en el útero, pueden provocar sangrado entre periodos. De igual modo, los pólipos cervicales (tumores en el cuello del útero) pueden provocar manchado intermenstrual. Ambas enfermedades se pueden tratar; tu médico/a puede recomendarte la mejor solución para tus síntomas.  

    Infecciones de transmisión sexual (ITS) 

    Si tu flujo es de color amarillo o verde y empieza a tener olor, significa que algo no va bien. Algunas ITS, como la clamidia y la gonorrea, pueden hacer que el flujo sea amarillo o verde. 

    Otros síntomas pueden ser micción dolorosa, dolor pélvico y dolor durante las relaciones sexuales. Cabe señalar que algunas personas con clamidia y gonorrea no tienen síntomas, por lo que es importante mantener relaciones sexuales seguras usando preservativos o métodos anticonceptivos de barrera similares. Si crees que has tenido exposición a una ITS, pide cita para una revisión. 

    La tricomonosis o tric es otra ITS que puede hacer que el flujo vaginal sea amarillo o verde. El NHS señala que un pequeño parásito llamado Trichomonas vaginalis es el causante de la enfermedad y que los síntomas suelen aparecer en el siguiente mes. No obstante, hasta un 50 % de las personas con esta enfermedad no presentan síntomas. Si crees que puedes tener tricomonosis, hazte una revisión.

    Vaginosis bacteriana (VB)

    Si ves que tu flujo es gris o que ha empezado a oler mucho «a pescado», podría ser culpa de la vaginosis bacteriana. La VB es una enfermedad inflamatoria provocada por un crecimiento excesivo de la bacteria que habita en la vagina. Pueden provocarla las duchas vaginales o el lavado intensivo de la vagina. 

    Para la mayoría, la VB se puede tratar fácilmente con antibióticos, cremas o geles. Si te parece que algo no va bien, acude a tu médico/a para hacerte una revisión.

    Candidiasis 

    La candidiasis es otra enfermedad muy frecuente que puede provocar un cambio en tu flujo vaginal. Puedes notar que es más espeso, más blanco y que tiene una textura parecida al requesón. Esto es una señal de candidiasis y a menudo va acompañada de quemazón o picor. 

    Consulta a tu médico/a para que te recete antimicóticos, ya sean de administración por vía vaginal o por vía oral. También es posible que te prescriba una crema para aliviar la irritación.

    Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)

    La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección que se produce si las bacterias se extienden de la vagina al cuello del útero. Puede afectar al útero, las trompas uterinas y los ovarios. Es posible que notes que tu flujo se vuelve de color amarillento. Otros síntomas son los periodos abundantes o dolorosos, dolor en la parte baja del abdomen y molestias durante las relaciones sexuales. 

    Si su detección es temprana, la EIP se puede tratar fácilmente con antibióticos y analgésicos sin receta.

    Secreción blanca durante el sexo: cuándo debes hablar con tu médico/a

    Segregar flujo blanco durante las relaciones sexuales es normal. Tu cuerpo ayuda con la lubricación como respuesta natural al placer. Por eso, cuanta más excitación sientas, más lubricación puede producir tu cuerpo.

    Sin embargo, si notas que el flujo blanco que produces durante las relaciones sexuales cambia de color u olor o empiezas a tener síntomas como fatiga, dolor pélvico, sangrado intermenstrual, quemazón o picor, pide cita para una revisión.

    Llevar un seguimiento de tus síntomas y los cambios en tu flujo en una aplicación para el seguimiento del periodo como Flo puede ayudar a tu médico/a a ponerse al día rápidamente y determinar qué ocurre. También podrá hacerte una exploración ginecológica y preguntarte acerca de tu historial de salud general y sexual.

    Si el diagnóstico no está claro de inmediato, puede hacerte una citología (un frotis del cuello del útero para tomar una muestra de células para analizarlas) o tomar una muestra de tu flujo para examinarlo con un microscopio. Es muy importante que recuerdes que tienes el control en todas las consultas y que tu médico/a debe explicarte los procedimientos que llevará a cabo antes de iniciarlos.

    Referencias

    “Vaginal Discharge.” Nhs.Uk, 18 de agosto de 2021, www.nhs.uk/conditions/vaginal-discharge. Último acceso: 12 de noviembre de 2021.

    “Bacterial Vaginosis | Office on Women’s Health.” Office of Women’s Health, www.womenshealth.gov/a-z-topics/bacterial-vaginosis. Último acceso: 12 de noviembre de 2021.

    Evans, Milly. “Should You Clean Your Vagina?” Patient, 23 de octubre de 2019, patient.info/news-and-features/should-you-clean-your-vagina. Último acceso: 12 de noviembre de 2021.

    Harvard Health. “Cervical Polyps.” Harvard Health, 11 de febrero de 2019, www.health.harvard.edu/a_to_z/cervical-polyps-a-to-z#:%7E:text=Cervical%20polyps%20are%20growths%20that,occur%20alone%20or%20in%20groups. Último acceso: 12 de noviembre de 2021.

    How to Check Your Cervical Mucus and Detect Ovulation.” Verywell Family, 28 de abril de 2021, www.verywellfamily.com/checking-cervical-mucus-to-get-pregnant-faster-1960279. Último acceso: 12 de noviembre de 2021.

    Levin, R. J. “VIP, Vagina, Clitoral and Periurethral Glans — an Update on Human Female Genital Arousal.” Experimental and Clinical Endocrinology & Diabetes, vol. 98, núm. 05, 2009, pp. 61–69. Crossref, doi:10.1055/s-0029-1211102. Último acceso: 12 de noviembre de 2021.

    Historial de actualizaciones

    Versión actual (21 de diciembre de 2022)

    Revisado por profesional médico Dra. Anna Targonskaya, Ginecobstetra

    Publicado el (21 de diciembre de 2022)

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